Sintética. Nudozurdo.





1. Mil espejos.

Trepa por mi cuerpo y dame de comer, dime que estoy muerto, que no nos pueden ver. Haz un ruido en mi alma, déjate vencer, ahora hay nieve en tus manos y en tu voz ya no hay dolor. Y aunque estés muy equivocada, y aunque tú ya no estés, en mi cuerpo hay mil espejos donde yo... Por donde yo te puedo ver, por donde yo te puedo ver.

Cuando nadie era nada, cuando el ruido era vital, cuando un beso era un juego, cuando el juego era matar, cuando era muy sencillo y podías distinguir, cuando en tu cuerpo había nidos que yo podía destruir. Cuando intuías algo sucio, imposible de explicar, cuando tus ojos preguntaban estamos... donde queríamos estar estamos, donde queríamos estar estamos, donde queríamos estar estamos.


2. Negativo.

Y era su voz, su voz, su forma de mirar. Y era su voz, su voz, su forma de tocar. Y era su voz, su voz, su forma de entender. Y era su voz, su voz, su forma de tocar. Porque las chicas van pasando y te quitan el lugar y en su voz hay mil promesas que tu tienes que pagar. Y era su voz, su voz, su forma de en tender. Y era su voz, su voz, su voz.

Y era su voz, y era su voz, y era su voz, y era su voz. Y era su voz, su voz, su forma de mirar. Y era su voz, su voz, su forma de tocar. Y era su voz, su voz, su forma de perder. Y era su voz, su voz, su forma de tocar. Porque tu siempre querías vacíar su corazón porque hablan con deseos de apretarlos contra el sol, controlar sus sentimientos, decorarle un rincón, apuntarle tus tarifas, blanquear su corazón.

Y era su voz, y era su voz, y era su voz, y era su voz. Y era su voz, su voz, su forma de mirar. Y era su voz, su voz, su forma de tocar. Y era su voz, su voz, su forma de entender. Y era su voz, su voz, su forma de tocar. Y era su voz, su voz, su forma de mirar. Y era su voz, su voz, su forma de tocar. Y era su voz, su voz, su forma de perder. Y era su voz, su voz, su forma de tocar. Y era su voz, y era su voz, y era su voz.

Dime cuánto cuesta comprar tu amor.


3. Ganar o perder.

Y ahora que tú no estás y que un recuerdo te puede electrocutar, ¿Por qué te gusta hacerlo, todo siempre, siempre, siempre al revés? Dime chica, ¿Con quién voy yo ahora a jugar? Jugando a ganar, ganar, ganar, ganar o perder. Ganar o perder, ganar, ganar, ganar o perder.

Y en tus labios hay una flor que devora mi cuerpo sin pedir perdón, sin pedir perdón, sin pedir...

Y creo que lo que más echo de menos es discutir contigo hasta hacerte llorar, para que me perdones primero y para ponerte de nuevo contra la pared. Jugando a ganar, ganar, ganar, ganar o perder. Ganar o perder, ganar, ganar, ganar o perder.


4. Kamikaze.

Nadie sabe lo que tú les puedes hacer, pero ellos te quieren, te han visto crecer. Tu quieres que te respeten pero ahora la gente lo que tiene es miedo de ti y esta noche avanzas en tu coche blanco, recién estrenado, por la ciudad.

Y en sus labios hay dinero. Y en sus labios hay deseo. Y en el suelo hay un juego. Y en el suelo.

Y ahora en tu mente resuena lo que te dijo mamá. ¿Qué va a ser de tu vida, hijo mío, quién te va a cuidar? Porque has hecho cosas muy feas y alguien las va a tener que pagar. Y ahora tu cuerpo se excita cuando percibe el sonido blanco que le va a atravesar.


5. El hijo de Dios.

Persuadido por su madre de que nunca sería un buen general, aturdido por las bombas que él decía esquivar. Sin la medicación necesaria decidió programar un viaje a ninguna parte, donde nadie lo pudiera encontrar. Y a doscientos veinte kilómetros por hora, tres días sin comer ni dormir, le paró un coche de la Guardia Civil y le pidió su documentación y él dijo ...Yo soy el hijo de Dios, yo soy el hijo de Dios.

Nominado para un Oscar en la cumbre de su madurez, venerado por la crítica y por los jóvenes también. A camino entre París y Tokio, cada gesto suyo lo hacía sucumbir, su mujer era su musa y sus cinco hijos brillaban en torno a él. Impoluto e inmaculado fue a recibir su galardón, pero antes de caerse desplomado al suelo retorció su alma al grito de ... Yo soy el hijo de Dios, yo soy el hijo de Dios.

Realmente decidido a ser alguien muchísimo mejor, empujado por el miedo a quedarse solo en su habitación. Deseando ser más fuerte e ignorando el vendaval que acechaba su cabeza decidió enviar el corazón descuartizado de una chica que nunca le quiso besar. En el sobre ponía bien, bien claro el remitente y la dirección postal. Yo soy el hijo de Dios, yo soy el hijo de Dios.

Cogiendo mucha carrerilla, el viaducto logró sobrevolar, las perversas mamparas de metacrilato con las que el perverso manzano te impedía saltar. Y en el último momento se intentó concentrar, no había sino sangre adulterada en su cuerpo que quería escapar. Y en el último momento no pensó en qué bonito es la vida ni cosas así, tan sólo pudo leer la propaganda del taxi contra la que se iba a estrellar, que decía ... Yo soy el hijo de Dios, yo soy el hijo de Dios.


6. Otra vez.

Otra vez, fóllame otra vez, yo estaré desnuda sin saber qué hacer. Otra vez, yo estaré desnuda sin sabe qué hacer. Otra vez, otra vez, otra vez.

Otra vez, córrete otra vez, tú ya sabes que si a ti no te gusta yo tampoco me lo paso bien. Otra vez, tú ya sabes que si a ti no te gusta yo tampoco me lo paso bien. Otra vez, otra vez, otra vez.

Otra vez, ámame otra vez, tú ya sabes que este es mi juego, que yo nunca quiero perder. Otra vez, ámame otra vez, tú ya sabes que este es mi juego, que yo nunca he logrado perder. Otra vez, otra vez, vez.


7. No hay nadie.

Perdimos tanto tiempo juntos que pensé que el tiempo eras tú. Me dijiste tantas cosas nuevas que solo tú sabías cómo hacer. Sentiste mis problemas, te vaciaste en mis venas, me dijiste tantas cosas buenas y me hiciste olvidar... Que no hay nadie, que no hay nadie, no. Que no hay nadie, que no hay nadie, que te pueda ayudar.

Solo quiero que te quieran. Solo quiero, te quiero. Solo quieres que te quieran, solo quiero.

Ya sé que solo quieres que te quieran. Ya sé que estar enfermo te puede excitar. Y ya no tengo cosas nuevas que quiera conservar para ti. Solo sé que tengo algun recuerdo que ahora quiero compartir. Solo sé que hay muchos días que me vienen a decir... Que no hay nadie, que no hay nadie, no. Que no hay nadie, que no hay nadie, que te pueda ayudar.


8. Ha sido divertido.

Ha sido tan divertido habernos encontrado, ha sido tan divertido que me hayas acogido, ha sido tan divertido habernos disfrazado, ha sido tan divertido reírnos de lo mismo. Ha sido divertido hacer mil planes juntos, ha sido divertido que me hayas contagiado, ha sido divertido habernos insultado, ha sido divertido, sí.

Ha sido divertido que me hayas enseñado que tú tienes un camino que ya no cabe en el mío. Ha sido en contra tuya que me hayas conocido, ha sido muy extraño todo lo que nos ha sucedido. No ha sido divertido habernos desangrado, no ha sido divertido mil malentendidos, no ha sido divertido no habernos despedido, no ha sido divertido, no.

Porque hoy yo no te puedo llamar, porque hoy tú no puedes estar escuchando a mi cerebro trabajar. Lo siento es lo único que puede decir, lo siento es lo único que puede decir, lo siento es lo único que puede decir, lo siento es lo único que puede decir, lo siento es lo único que puede decir, lo siento es lo único que puede decir, lo siento es lo único que puede decir, lo siento es lo único ... Hoy tú me dirás de qué me sirve esto a mí. Pero fuiste tú quién me enseñaste que esto funciona así, así, así, así ...

Lo siento es lo único que puede decir, lo siento es lo único que puede decir, lo siento es lo único que puede decir, lo siento es lo único que puede decir, lo siento es lo único que puede decir, lo siento es lo único que puede decir, lo siento es lo único que puede decir, lo siento es lo único que puede decir ...


9. Ido.

Instrumental.


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Año: 2008.
Procedencia de la banda: Madrid, España.
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1 comentario:

Andrea dijo...

GRACIAS, DE VERDAD. ESTE POST ME HA HECHO MUY FELIZ :)

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