Actos inexplicables. Nacho Vegas.




1. Actos inexplicables.

Canción instrumental


2. Al norte del norte.

Esto es para decirte que aquí está empezando a nevar, la playa parece un oso que duerme junto al mar, es una extraña mañana de febrero en Gijón, hoy siento mucho más lejos aquellas noches de calor, por las noches de calor. Y esto es para decirte lo mucho que pienso en ti, hay hielo sobre los coches, ¿alguna vez viviste aquí? Perdona no logro recordar.

Miré por mi ventana, conozco estas calles tan bien, te buscaré con la mente aunque no te alcance a ver, y recordé viendo el muro algo que un buen día te oí, vivo al norte del norte, hace frío en mi país, lejos de todo, lejos de ti.

Y si alguna vez te hice daño en este u otro rincón quiero que sepas con esto que no era mi intención, que si lo era, no eras tú la razón. Y un día tuve noticias de un extranjero sin voz, decía ser tu amante, y si lo era ¿quién era yo? Y si lo era ¿quién era yo?

Creo que hablé demasiado, ahora tengo que salir, sigue nevando ahí fuera, cuídate mucho y sé feliz, te quiere.


3. Seronda.

Ya no sé si merecerá la pena partir hacia otro lugar, ya no sé si con esta lluvia eterna no me habré acostumbrado a la humedad, yo que creí ser amable con la luna encontré su palidez allí en mi hogar, en mi propio hogar. Ya no sé si esta vez todo está dentro de mí y ya no puedo escapar, ya no sé si esta vez todo está dentro de mí y ya no puedo escapar.

Decidí que no hay nada que perder, sale un tren hoy antes del anochecer, probaré a ser otra persona, probaré a morir un poco y volveré, y me acercaré hasta aquí sólo para ver las arrugas arañadas en la piel, y poder comprobar todo lo que cambió y todo lo que sigue igual, y que así seguirá. Poder comprobar todo lo que cambió y todo lo que sigue igual, condenado a no cambiar, condenado a no cambiar, condenado a no cambiar.

Volveré a las noches sin dormir y las noches sin pensar, y las noches sin soñar, y las noches sin sentir, y las noches sin pensar, y las noches sin dormir, y las noches sin sentir, y las noches sin soñar, una vez más.


4. El ángel Simón.

Simón, desde que te fuiste tengo que decir que, la verdad, no estamos nada mal sin ti, también es cierto que podríamos estar mejor pero, ya ves, las buenas cosas mueren bajo el sol, y ahora es la memoria mi guía porque, eso sí, pienso en ti cada día, desde aquella mañana de agosto reinventada hasta la saciedad, sin lograr encontrar nada de nada, ni una explicación, ni un porqué al que poderme aferrar, y ahora no sé por qué viene a mi mente el colchón que tuvimos que bajar Javi y yo a la basura, sin poder dejar de mirar esa mancha oscura que allí nos dejaste como herencia y recuerdo antes de partir en tu último viaje, probablemente al infierno.

Y me vas a disculpar si nunca te llevo rosas, me vas a permitir contar algunas cosas sobre lo poco que sé de tus días de vino y rosas, con todas las bromas como aquella en que al pasar delante de una funeraria nos decías, agachaos, no vaya a ser que os tomen las medidas, ese era tu consejo, tu sabio consejo, y no estuvo mal, pero se te olvidó algo importante, tú también tenías que agacharte, sí, tú también tenías que agacharte, pero nunca quisiste cuidarte, no, nunca quisiste cuidarte.

Y quiero pensar que por una vez hice algo mejor que tú, quiero pensar que por una vez hice algo mejor que tú, que ni siquiera acabaste esa carta de despedida que en el ordenador Santi encontró, perdida, y ahora que perdiste tan absurdamente la partida, ahora estoy cansado y hasta tengo miedo de mi propia vida, y sé que lo tendré toda la puta vida, decida lo que decida.

Bueno, al final tal vez tuviste suerte porque, tal vez, dímelo tú, mejor que ser un hombre solo y arruinado resulte ser, como dijo el juez, el finado, mientras se tapaba la nariz con su pañuelo, y desde cualquier lugar dondequiera que ahora te estés pudriendo sólo quiero que sepas que ya no te tengo miedo, que ahora estoy cansado y sólo tengo miedo de mi propia vida, y que sé que lo tendré toda la puta vida, decida lo que decida, decida lo que decida.

Como tú siempre decías, formalidad poca, pero que dure, formalidad poca, pero que dure, como tú siempre decías. Gracias, así es y así será, así es y así será, toda mi vida, decida lo que decida, decida lo que decida.


5. Que te vaya bien, Miss Carrusel.

En la feria ya es hora de cerrar, tus caballos dejan de girar, puedes recoger tu amor hasta mañana, pero un hombre de gris aún sigue allí, tiene algo y quiere algo de ti, que te vaya bien, Miss Carrusel, aquí ya no pinto nada. Volverás cuando estés limpia y yo no te haga falta, gritaré lleno de orgullo tu nombre en el andén.

Y la gente aquí te podrá decir que el que algo quiera conseguir lo hará con sudor y con trabajo duro, pero en la ciudad nadie sabe más que aquella que los ve girar, tú haz tu papel, Miss Carrusel, que ellos harán el suyo. Volverás cuando estés limpia y yo no te haga falta, gritaré lleno de orgullo tu nombre en el andén.

Y quieres esconder tu colchón de piel, pero cuántos hoy han dormido en él, y cuántos más dormirán en él mañana, y cuando entre el sol en tu habitación bucarás agua y jabón y frotarás tu piel, Miss Carrusel, pero no servirá de nada. Volverás cuando estés limpia y yo no te haga falta, gritaré lleno de orgullo tu nombre en el andén.

Y otra noche más tú querrás soñar pero la más pura soledad no se cura con champán y cocaína, un hombre del sur bajará la luz, jugarás tu suerte a cara o cruz, sé que suena cruel, Miss Carrusel, pero esta es tu vida.

Y juras otra vez que no quieres volver a despertar muerta de sed y con un puñal hundido en el pecho, es de noche y con un hilo de voz me preguntarás qué día es hoy, y querrás volver, Miss Carrusel, para deshacer lo hecho. Volverás cuando estés limpia y yo no te haga falta, gritaré lleno de orgullo tu nombre en el andén.

Y te prometo que si te vuelvo a ver tan hundida trataré de hacer lo imposible por ponerte una sonrisa, pero una vez más desaparecerás y aunque alguien se pueda extrañar yo sabré entender, Miss Carrusel, sabré entender tus prisas. Volverás cuando estés limpia y yo no te haga falta, gritaré lleno de orgullo tu nombre en el andén.

Volverás cuando estés limpia y yo no te haga falta, gritaré lleno de orgullo tu nombre en el andén, volverás cuando estés limpia y yo no te haga falta, gritaré lleno de orgullo tu nombre en el andén, volverás cuando estés limpia y yo no te haga falta, gritaré lleno de orgullo tu nombre en el andén.


6. El camino.

Me levanto y echo a andar sin lavarme la cara, tal vez complete un trecho en la gran espiral, con las cosas que he ganado y las que he perdido, mi ceguera y mi bastón en el camino. Me encontré al predicador seduciendo a un peregrino, me ofreció su mal amor y un buen trato y yo grité, todos mis pecados viajarán conmigo ayudándome a acertar el camino.

Me miró y se aclaró la voz, tienes que escoger, me dijo, advertí un bulto en su labio inferior y otro en su pantalón, y yo escogí la enfermedad y escogí el frío, pero no equivocaré, no equivocaré el camino. Y corrí a la casa del doctor y en su puerta estaba escrito, ve sangrando que yo llegaré antes de que caiga el sol, y esperé al anochecer pero él nunca vino, y ahora es más difícil soportar el camino.

Y llegué temblando hasta el lugar donde un viejo da cobijo, le dejaba masturbarse a la vez y él me daba de comer, pero su pan estaba podrido y tan agrio era su vino que ahora el asco me es tan familiar como el camino. ¿Adónde te crees que vas y de dónde crees que vienes? Preguntaba el viejo al verme marchar muerto de hambre y sed, si no tienes rumbo, chico, estás perdido, yo le respondí, voy hacia el sol y vengo del camino.

No hay nada nuevo bajo el sol, no pretendas más que recordar, en mi espalda sentía su voz cuando volví a caminar, dime, si la novedad no era más que un olvido, dime qué más tengo que temer el resto del camino. Y tú quieres que me aparte de él, dices que hay un sendero, que es la luna con su palidez la que no me deja ver, pero miré hacia los lados y nada era mío, no hay desvíos, no hay vuelta atrás, sólo está el camino.

Ahora debo descansar, este suelo es mi lecho y mi techo es el cielo gris que aún pretende oscurecer, y no me quieras despertar si me ves dormido, sabe el alba que si quiere yo la espero en el camino. Y todos mis pecados viajarán conmigo hasta el más puro final del camino.


7. Sitios distintos.

Si, tal vez me olvidé de este amor como si fuera el de otros, tal vez me olvidé de que allí estaba el mar y entonces el mar se echó sobre nosotros, pero juro y perjuro que yo jamás pretendí hacerte daño, y lo juro por esta canción y por todo lo que han hecho estas manos, y hoy ya no sé si esperar que esto llegue a su fin o es que no ha hecho más que comenzar aquí, entiende que yo a este lugar no pretendía llegar.

Bien, otra noche más detrás de la carne y la medicina, y recuerdo los dientes en los ojos de aquel y al otro más joven que fuma en la esquina, y proclama muy alegre que lleva trallao desde los ocho años, no quieras, no quieras enseñarle a joder con tu cantinela, hoy yo cogí lo que había ido a buscar hasta el puro final y después sólo pensaba en huir, entiende que yo a este lugar no pretendía llegar.

Y ahora siento que pierdo el control sobre todo lo que creía mío, pero desde el momento en que te pude tener ya solía sentir que te había perdido, y ahora todo amenaza con volverse real, yo sé que los dos sentimos lo mismo, sólo estamos en sitios distintos, sólo estamos en sitios distintos. Y no, ni en cien vidas más lograría entender uno solo de estos últimos días, no, yo a este lugar no pretendía llegar.


8. El callejón.

No quiero volver a pisar el viejo callejón donde nos veíamos a media mañana, no te encontraría allí, no, no estaríamos los dos fumando un lucky a medias, muriéndonos de ganas, no sería ya aquel inmenso lugar, hace tiempo que tú lo olvidaste, y a mí con él, y a mí con él.

Y miro hacia aquellos días y no consigo rescatar nada que me haga volver, y es odioso rebuscar entre el centeno, pero quiero llamar la atención sobre el hecho de que no existió ser vivo ni lugar más valiosos para mí bajo el cielo, he oído decir que te van las cosas muy bien, ahora que no estás, ahora es otro el silencio y otra es la oscuridad.

No, no quiero volver a pisar el viejo callejón, hace tanto tiempo y ya no siento nada, pero si decides un día volver a la ciudad podríamos quedar allí a media mañana.


9. Blanca.

¿Por qué me dejas caer? Tú que me subiste aquí, tú que me trataste tan bien cuando yo me enamoré de ti. Blanca llega hasta mi mente, jura que ella es diferente y es hermosa hasta en su forma de mentir, quién sabrá lo que ella sueña, lo que siente y lo que enseña, la razón por la que hoy la vuelvo a ver. Blanca llega hasta mi mente, jura que ella es diferente y es hermosa hasta en su forma de mentir, quién sabrá lo que ella sueña, lo que siente y lo que enseña, la razón por la que permanezco fiel, Blanca es tan cruel.

¿Y por qué me dejas hundirme así? Tú que me pusiste en alta mar, ¿y por qué me dejas aquí tirado cuando yo me quise enamorar? Blanca llega hasta mi mente, jura que ella es diferente y es hermosa hasta en su forma de mentir, quién sabrá lo que ella sueña, lo que siente y lo que enseña, la razón por la que hoy la vuelvo a ver. Blanca llega hasta mi mente, jura que ella es diferente y es hermosa hasta en su forma de mentir, quién sabrá lo que ella sueña, lo que siente y lo que enseña, la razón por la que permanezco fiel, Blanca es tan cruel.

No olvides que al despertar siempre hay cuchillos en el cajón, oh, nunca más, no, hasta la próxima vez.


10. Molinos y gigantes.

Me he despertado sangrando, creo que hay algo roto en el colchón, sangro y voy recordando la noche anterior. Ella adora la plata, si está quemada mucho mejor, se desayuna cada mañana con una bocanada a pulmón, y toca San Pedro campanas frente al mar a la hora de la verdad, y todas las cosas que alcanzo a ver me sobrevivirán.

Solía vivir con un pájaro, era asustadizo y cantaba mal, cuando estábamos solos nos tratábamos de igual a igual, unos dicen que fue una corriente, otros hablan de una insolación, todos opinan pero sólo yo lo sé, de vergüenza murió, y toca San Pedro campanas frente al mar a la hora de la verdad, y todas las cosas que alcanzo a ver me sobrevivirán.

Creí ver molinos en el horizonte, y allí me di de bruces con gigantes, y nada fue tan real, nada fue tan real, y traté de asomarme a un abismo, y hermano, el abismo estaba allí, óyeme, este camino ha de tocar a su fin. Antes quiero olvidar ciertas cosas, después de todo aún sigo aquí, conozco algunas personas, sé que tendrán algo para mí, y toca San Pedro campanas frente al mar a la hora de la verdad, y todas las cosas que alcanzo a ver me sobrevivirán.

Creí ver molinos en el horizonte, y allí me di de bruces con gigantes, y nada fue tan real, no, nada fue tan real, y todas las cosas que alcanzo a ver me sobrevivirán., y todas las cosas que alcanzo a ver me sobrevivirán, y todas las cosas que alcanzo a ver me sobrevivirán, y todas las cosas que alcanzo a ver me sobrevivirán.


· · ·
Año: 2001.
Procedencia de la banda: Gijón (Asturias), España.
· · ·

No hay comentarios:

Publicar un comentario