Encuentros con entidades. Los Planetas.




1. San Juan de la Cruz.

Mientras iba de tu mano hacia la montaña, unos días eran fuego y otros eran llamas, dentro del espejo donde no me reflejaba la promesa que en la cima nos aguardaba. Pero una vez allí las nubes no nos dejaban ver el suelo y una sensación que tuve fue miedo.

El camino de bajada era más estrecho, se podría decir una bajada a los infiernos. Te pedí que me guiaras cuando estaba ciego, la montaña fue quien respondió con eco, un eco que reproducía exactamente mis lamentos, los sueños que una vez tenía y ya no tengo.

Un camino de torturas y de sufrimiento que me ha traído donde ahora sigo muerto, rezando para que alguien me levante del suelo donde estoy abandonado. Así que te pedí lo menos y no quisiste darme nada, y ahora que ya no te quiero, me llamas, me llamas.


2. Corrientes circulares en el tiempo.

Una vez, si mal no recuerdo, me tenías en la punta de los dedos. Las secuelas de los viejos días estarán conmigo el resto de mi vida. Me quedé dormido un momento y los valles se cambiaron por desiertos por obra y gracia del que controla el firmamento, el que decide que ande perdido en corrientes circulares en el tiempo, el que transforma los diamantes en quejidos y lamentos, el que se encarga de que salgas y que yo me quede dentro.

Asustado, sintiéndome enfermo, como una temporada en el infierno. Intentando ver una salida, encontrando más problemas todavía. Todo esto que jamás podré comprender, lo que obtuve a cambio de intentar hacerlo bien. Eso no es para mí, quiero mi parte de lo bueno, quiero que estés aquí, quiero tenerte dando vueltas a mi lado todo el tiempo en nueve órbitas concéntricas y yo estar en el centro. Será mucho pedir, pero es lo menos que merezco.


3. El artista madridista.

Me explicó con detalle la situación, acento argentino, oro en el reloj. En cuanto llegues al área te vas a dejar caer, que controlo el hemisferio norte ya lo ves. Me llevó de la mano a su habitación, viaje iniciático en el ascensor, confié en sus palabras, le entregué mi corazón, y todo lo que tenía se lo llevó. Porque ya está aquí el artista madridista, que los árbitros le pitan casi siempre a favor. Cazadores blancos con corazones negros, deberías apostar por el caballo ganador.

Volví al lugar donde me crié sólo para darme cuenta de que no hay nada que pueda curar el daño que me hiciste y mira que he tomado medicinas. Porque ya está aquí el artista madridista, los centrales del infierno sí que dan de verdad. Cazadores blancos con corazones negros, si te cruzas con el bueno más te vale rezar. Porque ya está aquí el artista madridista que los árbitros le pitan casi siempre a favor. Cazadores blancos con corazones negros, entran ganas de apostar por el caballo ganador.


4. Mis problemas con la justicia.

El panorama que presentan las noticias, las horas pasan en las manos del reloj, en los anuncios de la prensa deportiva y en el futuro de la única nación. Y yo aquí sigo buscando a quién resuelva mis problemas con la justicia, que para mí es degradante que mi destino esté regido por cerdos fascistas.

Y no tendría que estar hablando de estas cosas si tú estuvieras esta noche por aquí. Se terminó mi presupuesto para drogas y ha terminado lo que tengo que decir. Y yo aquí sigo buscando a quién resuelva mis problemas con la justicia, que para mí es degradante que mi destino esté regido por estos cerdos fascistas.


5. Mil millones de veces.

Y si te quedas esta noche nada más, y si te quedas esta noche nada más, prometo que voy a cambiar, prometo que voy a cambiar. Y las promesas que no puedes mantener, y las promesas que no puedes mantener, no las deberías hacer, no las deberías hacer. Y las mentiras que no paras de contar, y las mentiras que no paras de contar, no las voy a creer más, no las voy a creer más.

Y tus amigos que no paran de llamar, y tus amigos que no paran de llamar, y no los puedo soportar, y no los puedo soportar. Y si descubro que me vuelves a engañar, y si descubro que me vuelves a engañar, no te voy a perdonar, no te voy a perdonar. Y si me vuelves a hacer daño una vez más, y si me vuelves a hacer daño una vez más, no sé lo que va a pasar, no sé lo que va a pasar.

Y si de pronto no te queda dónde ir, y si de pronto no te queda dónde ir, no vengas a buscarme a mí, no vengas a buscarme a mí.


6. Temporalmente.

Cuando quieras saber de mí sólo tienes que llamarme, cuando quieras estar conmigo sólo tienes que venir, cuando vengas que sea con el corazón abierto, si no puedes hacerlo no te molestes por mí. Deja que termine lo que he empezado, si aún no está claro, es lo único que sé hacer. Párate a pensar qué estás escuchando, que si me haces daño es sólo tu culpa esta vez.

Si de verdad te interesa saber lo que me está ocurriendo, sólo tienes que estar atento a lo que vas a escuchar, si te vas a venir aquí vas a pasar un buen rato, y si hacemos un trato no te vas a arrepentir. Basta de espiar por la cerradura, despeja tus dudas, atrévete a preguntar. Esto no es ningún acontecimiento, según los expertos ocurre cada día más.

Y si te quedas conmigo será el destino el que decidirá en el peor de los casos lo que nos va a pasar, pero si eliges el otro lado, el sitio equivocado, ni siquiera nos gustas, puedes perderte ya. Así que deja que termine lo que he empezado, aparta tus manos de lo único que sé hacer.


7. Pesadilla en el parque de atracciones.

Quiero que sepas que ya me esperaba que esto ocurriera y que no pasa nada, sólo me da la razón, y que he estado aprendiendo de cada momento que he estado contigo, y pienso aplicar contra mis enemigos tus tácticas sucias de acoso y derribo, que también he sacado algo bueno de todo este enredo.

Y quiero que sepas que espero que acabes colgando de un pino cuando veas lo imbécil que has sido, cuando veas que lo has hecho fatal. Y que quiero que sepas que ha sido un infierno estando contigo, el infierno es lo más parecido, te pareces un poco a Satán.

Quiero que sepas que me he acostumbrado a tus putas escenas de "ahora me largo", lárgate ya de verdad que sería una suerte si no vuelvo a verte en los próximos años, por mí que podías tirarte de un tajo que ya lo que hagas me trae sin cuidado, si me pongo a pensarlo un momento creo que lo prefiero.

Así que ya sabes que espero que acabes pegándote un tiro cuando veas lo imbécil que has sido, cuando veas que lo has hecho fatal. Y que quiero que sepas que ha sido un infierno estando contigo, que por poco acabas conmigo, pero soy difícil de matar. Y que quiero que sepas que ha sido un infierno estando contigo, el infierno no es tanto castigo, te pareces bastante a Satán.


8. Dulces sueños.

Que tengas buenas noches hoy, y malos sueños para quien prefiera tenerte muerta que no tenerte nada, que yo te siento cerca y no quiero más nada que destruir la fortaleza que tapia tu casa.

Que hoy tengas dulces sueños, que aquí alguien no descansa, pensando cómo rescatarte de tan siniestras garras. Que a mí me gustaría ser el graduado que te secuestrara, y huir en autobuses, y usar cruces como espadas.

Que hoy tengas dulces sueños que aquí alguien no descansa pensando cómo rescatarte de tan siniestras garras. Que hoy tengas dulces sueños que aquí alguien no descansa pensando cómo rescatarte de tan siniestras garras.


9. El espíritu de la Navidad.

En los dólmenes más grandes que existen y que están cerca de aquí, hay presencias misteriosas, habitantes de otro tiempo, que esperan para dirigirse a ti, revelarte los secretos. Por la noche hay una fiesta privada en el jardín, han venido los monjes Shaolin con la pócima sagrada que te hace sonreír, si te vienes es donde quiero ir.

En las copas y en las mesas refrescos bendecidos por Alá y manjares deliciosos. Los espíritus del bosque que van a descubrirte la verdad, lo que estabas esperando. Además de todo esto, te puedes encontrar a valkirias que van a disfrutar en los brazos del primero que se atreva a cruzar los umbrales de esta nueva realidad.

A la hora de la siesta, un coro de sirenas cantará con sitares y trompetas las canciones más bonitas que nadie haya podido escuchar en los últimos milenios. Y después cuando anochezca, si esperas al final, voy a darte un beso de verdad, donde acaba el arco iris y empieza lo demás, si te vienes es donde quiero estar. Donde empieza el infinito y acaba la espiral, si te vienes es donde quiero estar.


10. Nosotros somos los zíngaros.

Cuando era joven nos llamaban los halcones y teníamos acciones en empresas destinadas a triunfar. En una noche destruimos una torre y perdimos cien aviones en misiones de dramático final. ¿Adónde fueron a parar tantas razones? se preguntan los balcones y terrazas que dominan la ciudad.

Un carcelero me mantiene en este tiempo, atesoro los recuerdos de mi añorado paraíso fiscal. Y mientras va pasando el tiempo otro día mas, y mientras va pasando el tiempo otro día mas, otro día más.


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Año: 2002.
Procedencia de la banda: Granada, España.
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